30 nov 2010

Poema invitado



Rompe con su furia arrebatada
el oleaje negro en la boca de la noche.
Desata el hilo del sueño.

(Las decepciones son como el mar:
emerge a veces de los ojos)

Mi boca naufragó
                     se ahoga,
yace a la deriva aferrada a un tablón de cinco lustros.

Ángel cadavérico del sueño,
no me abandones en roca última,
en la playa contrita de los cuerpos necios
en el acantilado final del enigma
en el tedio de la agonía de mi compleja mente.

Ábrete a los espacios,
                a lo que no está en mí.
A la ternura del mundo.

Los barcos temidos se alejan
se llevan en las fauces del viento
mi cabeza avasallada y obtusa. 

No volveré a gastarles bromas
                                  a los marineros.





6 comentarios:

GAVIOTA dijo...

aaaaaaaaaaaahh!!
qué bonito y el mar como contexto de este bello poema.
Todavía me gustó más!!
Si por mi fuera viviría pegada a él!
Saludos!!

Julia Hernández dijo...

Precioso, a veces las decepciones nos acorralan en un frío sentimiento. Precioso! Un fuerte abrazo.

BEATRIZ dijo...

Abrumados por el agua oscura, espesa como la de Poe también se logra llegar a un lugar del sueño del mundo.

Saludos a Oaxaca

LiterataRoja dijo...

Fabuloso!!!

Trovator dijo...

El mar, las olas y los barcos. La vida, los momentos y las personas... momentos de felicidad y aguas calmas... así como de tristeza y tempestad.

Seguimos aferrados al timón de la vida.

Un abrazo camarada!

galmar dijo...

qué hermoso poema :)) te sigo :)