Acudió a mí una vez más por consejo, como tantas veces, (la totalidad de las cuales mi sugerencia había resultado fallida) y me preguntó "¿debería hacer esto?" Ante lo cual y, deseando acertar en esta ocasión, usé un método infalible para lograr que sí hiciera lo que yo pretendía.
_ ¿Qué hiciste hoy en la escuela?, le preguntó un padre a su hijo adolescente.
_ Hemos tenido clases sobre el sexo, le respondió el muchacho.
_ ¿Clases sobre el sexo? ¿y qué les dijeron?
_ Bueno, primero vino un cura y nos dijo por qué no debíamos. Luego, un médico nos dijo cómo no debíamos. Por último, el director nos habló de dónde no debíamos.
La directora del Colegio Mayor se dirigía a las nuevas alumnas y estimó conveniente aludir al tema de la moralidad sexual. "En los momentos de tentación", les dijo, "háganse una sola pregunta: ¿Acaso una hora de placer vale por toda una vida de deshonra?"
Al final de su alocución, preguntó si había algo que aclarar. Una de las muchachas alzó tímidamente la mano y dijo: "¿Podría decimos cómo se consigue que dure una hora?"
(Cuentos tomados de: La oración de la rana, Anthony de Mello. Imágenes de la red)